El peso mexicano ha experimentado una notable depreciación en las últimas jornadas, marcando cinco días consecutivos de pérdidas frente al dólar estadounidense. El 30 de octubre, el tipo de cambio alcanzó un nuevo máximo en dos años, superando los 20.16 pesos por dólar, lo que ha generado inquietud entre los inversionistas.
Análisis del tipo de cambio
Al cierre de la jornada, el peso se depreció un 0.42%, equivalente a 8.50 centavos, situándose en 20.1695 pesos por dólar en el mercado interbancario. Este nivel representa el más alto desde septiembre de 2022, cuando el tipo de cambio fue de 20.2041 pesos por dólar. En total, la moneda nacional ha visto una caída del 1.75% en los últimos cinco días y una depreciación acumulada del 13.86% desde el inicio del año.
Factores que influyen en la depreciación
A pesar de un crecimiento positivo del Producto Interno Bruto (PIB) en Estados Unidos, que se incrementó a una tasa anualizada del 2.8%, el peso ha enfrentado presiones significativas. Las expectativas sobre un posible regreso de Donald Trump a la presidencia han alimentado la incertidumbre en los mercados financieros, afectando la confianza en la moneda mexicana.
Además, la situación del peso también ha tenido repercusiones en la Bolsa Mexicana de Valores, que cerró con una caída del 0.56%, equivalente a 289.05 puntos, finalizando en 50,877.24 unidades. Este descenso se alinea con las tendencias observadas en Wall Street, donde los índices bursátiles mostraron nerviosismo ante datos económicos mixtos y su impacto en las decisiones de inversión.
Reacciones internacionales
Los mercados bursátiles estadounidenses también cerraron a la baja, con el Dow Jones cayendo un 0.22%, el S&P 500 un 0.33% y el Nasdaq un 0.49%. Los inversionistas están pendientes de los resultados financieros de empresas como Microsoft y Meta, que podrían influir en las expectativas del mercado.
Mientras que, en el ámbito energético, los precios del petróleo han mostrado volatilidad. Después de una caída inicial superior al 6%, los futuros del crudo Brent repuntaron un 2.01%, alcanzando los 72.55 dólares por barril, mientras que el crudo West Texas Intermediate subió un 2.08%, situándose en 68.61 dólares.
Por lo que, la reciente depreciación del peso mexicano frente al dólar representa un desafío considerable para la economía nacional, afectando tanto a consumidores como a empresas que dependen de un tipo de cambio estable para sus operaciones diarias. Con las elecciones estadounidenses a la vista y un entorno económico global incierto, será crucial observar cómo estos factores influyen en la estabilidad financiera y económica de México en el futuro cercano.