Las luces navideñas que decoran Veracruz y Boca del Río este diciembre iluminan un panorama contrastante para los restaurantes de la región. Aunque las ventas han aumentado alrededor de un 20% por la temporada, la cifra no alcanza el entusiasmo de años previos. Abigail Guzmán, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), destaca que las marcas emblemáticas de la zona turística han recibido una buena afluencia, especialmente por parte de visitantes y familiares que aprovechan las festividades para disfrutar de los sabores tradicionales del puerto.
Sin embargo, la realidad económica del país ha impactado el comportamiento de los comensales. El promedio de consumo ha disminuido, y aunque la gente sigue acudiendo a los restaurantes, lo hace con menor frecuencia y cuidado en el gasto. Según Guzmán, esta dinámica recuerda los niveles de 2019, antes de la pandemia, un periodo donde aún no se vislumbraba la incertidumbre económica actual.
Veracruz, entre tradición y cautela económica
Las semanas previas a la Nochebuena y al Año Nuevo suelen ser los momentos de mayor movimiento en los restaurantes. Los días se llenan de reuniones familiares y cenas entre amigos que aprovechan los últimos días del año para reunirse. Sin embargo, las primeras semanas de enero mantienen el optimismo de las ventas por poco tiempo, pues el ambiente de celebración da paso a un ritmo más pausado.
En este contexto, los restaurantes de la región enfrentan una temporada marcada por un ánimo contenido. Si bien la alegría de las festividades atrae a los comensales, el comportamiento cauteloso en el gasto refleja una realidad más amplia. Veracruz, con su riqueza gastronómica y tradición, sigue siendo un destino atractivo, aunque las cifras actuales sugieren que el regreso a los niveles esperados podría tomar más tiempo.
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