El café veracruzano, conocido mundialmente por su alta acidez y distintivo aroma, se ha consolidado como un producto clave para la economía del estado.
Veracruz es el segundo mayor productor de café en México, solo por detrás de Chiapas, y ha logrado posicionarse en el mercado global gracias a las condiciones naturales de la región, como la altitud, el clima y los suelos ricos en minerales, que contribuyen a la calidad del grano.
Importancia económica del café en Veracruz
La producción de café en Veracruz es un motor económico importante, generando empleo en diversas etapas de su cadena de valor, desde la cosecha hasta la comercialización, tanto a nivel nacional como internacional. Localidades como Coatepec, la capital del café en México, y Córdoba, donde se introdujo la primera planta de café en el país, son epicentros de la actividad cafetalera.
El impacto económico de este producto se extiende más allá de las plantaciones, al influir en el turismo regional a través de la famosa “Ruta del Café”, que atrae a visitantes interesados en la historia y producción de este grano. El turismo asociado al café, junto con el comercio y exportación del mismo, generan una derrama económica que fortalece a las comunidades productoras.
Desafíos y oportunidades del sector
Aunque la producción de café en Veracruz continúa siendo rentable, enfrenta retos como la competencia global y los cambios en las condiciones climáticas. Sin embargo, la diversificación de variedades de café y la integración de prácticas sostenibles, como el cultivo bajo sombra que contribuye al cuidado del medio ambiente, ofrecen nuevas oportunidades para que los productores locales mantengan su competitividad en el mercado internacional.
El sector cafetalero en Veracruz no solo representa una tradición centenaria, sino una fuente de desarrollo económico que impulsa la economía local y nacional.